lunes, 10 de noviembre de 2008

FÉNIX SENTENCIA LA ELIMINATORIA Y PONE UN PIE EN LA FINAL DE LA COPA

Una tarde sumamente calurosa daba la bienvenida a la semifinal de la Copa de la Liga. Mystic llegaba plagado de dudas y lesiones, y le tocaba enfrentarse a Fénix (probablemente el equipo más en forma de la liga). Los que tienen nombre de ave mitológica (que estrenaron uniforme en este partido) no te suelen perdonar si les das oportunidades, y este domingo no iba a ser la excepción.

Desde el pitazo inicial hasta el final, el partido fue siempre igual: una ocasión de Fénix, seguida de otra ocasión de Fénix. Los moralistas no sabían qué hacer, cambiaban de arquero, rotaban las posiciones en la cancha, defendían todos en un intento desesperado de no encajar más goles, pero nada parecía funcionar: los goles seguían cayendo uno tras otro. El buen entendimiento entre los jugadores de Fénix, combinado con el cambio de ritmo y la buena pegada de Solé, se transformaron en la peor pesadilla de Mystic. Fénix, que viene practicando un fútbol sencillo pero eficiente, se deleitó en un partido que nunca les presentó complicaciones. Hasta se dieron el tiempo para discutir entre ellos, por algún pase dado a destiempo o por algún intento de hacer la jugada imposible, que dejara a todos boquiabiertos. Igual, el partido casi parecía un entrenamiento.

Al terminar el primer tiempo, el marcador era 6-1, a favor del equipo de casa, que comenzaba a pensar en darle un chance a los juveniles en el partido de vuelta.

El segundo tiempo sólo se diferenció del primero en la cantidad de goles anotados. Mystic seguía perdido, como si todos sus jugadores se acabaran de despertar de un viaje con drogas alucinógenas, y no entendieran qué demonios estaban haciendo en una cancha de fútbol(ito). Mientras tanto, Fénix se dedicaba a tocar el balón, y a crear buenas combinaciones. Christian tomó el mando del equipo y combinándose con Reinaldo, sacaban todos los balones jugados al pie, y siempre esperando los desmarques de sus delanteros, para ponerles balones que los dejaran de cara a gol. De igual manera, Mystic esperaba los movimientos de sus atacantes, la principal diferencia es que los atacantes moralistas parecían no tener muchas ganas de correr. Al menos hasta los últimos 5 minutos de partido, en los que Fénix se vió aprisionado en su propia arquería, intentando detener el vendaval auri-rojo, que buscaba marcar algunos goles más, por el valor agregado de los goles de visitante. Sólo consiguieron 1, lo que los deja en una situación muy comprometida, necesitando ganar por 7 goles de diferencia en el partido de vuelta, sin permitir más de un gol (para clasificar directamente), o 2 goles (para pasar a la tanda de penaltis).

Al final, 9 a 2, y a menos de que ocurra un milagro en el partido de vuelta, Fénix estará en la final.

Redacción LNC






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