Una tarde fría y húmeda daba la bienvenida, en cancha 5, a
moralistas y
casacas negras. El partido comenzaba sin ningún favorita y con la sorpresa de la vuelta a las canchas de Memo, quien llevaba un montón de tiempo ahí sin jugar. La química del partido fue siempre, más o menos, la misma: el Dynamo se sentía confiado con el balón en los pies, y no querían ni ver cada vez que Mystic se acercaba a la portería que defendía Yorman, quien se mostró nervioso en su debut en el arco de los de Quién. Por su parte, Mystic trataba, como quien trata de tumbar un muro con una metra, y veían que la parte blanda del muro era el arquero del Dynamo.
Mystic está lejos de su mejor momento: Wapss ya no muestra esos reflejos que lo hicieron uno de los pilares del equipo; la defensa se ve constantemente mal parada; parecen extrañar en demasía la conducción de Marcial, papel que podría desempeñar La Mopa tranquilamente, si alguien le cubriera las espaldas; y el equipo parece contar sólo con las pinceladas de buen fútbol de El Chipo, y la certeza de cara al gol de Arruglah.
Por su parte, el Dynamo es todo alegría y buen juego. El toque corto y rápido, y la esperanza de que cualquier resultado es remontable parecen haberle cambiado la cara a este equipo definitivamente. Todavía no se comprende que Leo realice algunos corners y saques de banda ofensivos, cuando le saca una cabeza a la mayoría de los jugadores de la liga, pero, por ahora, los goles no le han faltado al Dynamo, así que esto no ha sido demasiado trascendente.
Al final, el Dynamo gana 8 a 5 a Mystic. Siguen, con un partido menos, a tres puntos del líder Alquitrán. Y, si las cámaras de LCE hubieran estado presentes en el campo, podríamos estar viendo por mucho tiempo el segundo gol de Jorge en este partido. Chao.
