martes, 30 de octubre de 2007

¿Quién dijo miedo (escénico)?

Demostrando su profesionalidad y superioridad frente a otras ligas que son incapaces de ponerse de acuerdo en cuanto a algo tan sencillo como los derechos televisivos de transmisión de los partidos, las cámaras de Liga Cho Entertainment (LCE) se instalaron por primera vez en las tribunas. Los jugadores, con un brillo codicioso en los ojos, soñaban ya con hacer el caño perfecto que quedara inmortalizado en youtube, en los corazones de todos y, si la tecnología lo permite, en un link de la barra de navegación lateral del blog. El Dynamo soñaba con volver a marcar 6 goles, para las cámaras. Alquitrán soñaba con jugar un partido completísimo, para las cámaras. Colombia, más emocionado que cualquiera, soñaba con ganarse su entrevista personal.

Todos lo consiguieron.

La cámara de LCE mandó al demonio los 277 segundos. El Dynamo marcó 6 y perdió por 9. Ritxard asistió 6 goles y marcó 3, Matthäus marcó 5 (casi un 25% de todos los goles que marcó en 20 años con la selección alemana) y asistió dos y Colombia jugó un partidazo, organizando a todo el equipo y participando activamente en casi todas las jugadas. El Dynamo marcó 6 goles por segundo partido consecutivo y no le sirvió de absolutamente nada. Alquitrán marcó 15 goles, cuando la temporada pasada necesitó de cuatro partidos completos para sumar 16, colocando además a dos de sus jugadores como colíderes del Oli y a Ritxard como líder del Valderrama. En resumen, que fue un partido completamente anormal... mucho más por el hecho que Ja, el capitán y jugador insignia de Alguitrán, fue el único de su equipo que no participó en ningún gol. El siguiente que menos partició fue Fercho, que marcó 3 y asistió otro.

Más allá de eso, no hay mucho que relatar. Alquitrán marcó su primer gol en la primera jugada, obra de Matthäus que mandaba a la red el primer balón que tocaba en su paso por la Liga Cho. A todas estas el Dynamo jugó unos cuantos minutos con cuatro y luego llegó Andrés; de ahí en adelante jugaron un pooooco de minutos con cuatro. La ausencia de Leo y Ángel se notó en demasía y se reflejó en una primera mitad de cancha blandísima, reforzada en ocasiones por Jorge, pero con pocas consecuencias positivas. Pero las excusas no están ahí para el Dynamo, pues ambos equipos jugaron sin banca y sin sus pilares defensivos... Ma'fangulo estará furioso de que su equipo haya recibido seis. El partido fue, en resumidas cuentas, un déjà vu múltiple: por cada dos o tres goles de Alquitrán, Dynamo anotaba uno... cada uno menos trascendental que el anterior.

"Es difícil fumarse un cigarro en 277 segundos", decía Alesandre hace meses. Pues Alquitrán se fumó quince en unos 50 minutos... a ver, a sacar todos las maquinitas de sumar.

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